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El Interrail es una experiencia única, que ha conseguido enamorar a millones de viajeros a lo largo del mundo. Este tipo de viajes van a adaptarse fácilmente a la personalidad de cada uno y a sus propios intereses, ¿la única similitud? Todos ellos compartirán su viaje en tren.

¿Cómo se prepara un viaje de estas magnitudes?

Un recorrido de este estilo no solo está recomendado para la gente joven, que, muchas veces, debido a las distintas publicidades que tenemos sobre este tipo de experiencias, las suyas son las que más predominan. Cualquier persona puede hacer un Interrail.

Es más, cuando uno decide prepararlo, comienza parte de la magia de todo esto. Discutir con tus amigos, pareja e, incluso hijos, cuál va a ser el itinerario del viaje es un proceso de vital importancia.

Interrail: coliseo
Coliseo, Roma

Además, siempre tendrás (y lo necesitarás) a un operario de Renfe ayudándote para que puedas hilar a la perfección las distintas combinaciones existentes para conseguir realizar la ruta que deseas.

¿Cuáles son las particularidades que supone un Interrail?

Es cierto que, como ya hemos dicho, cualquier persona puede realizar este tipo de viaje, no importan ni las edades, ni los distintos destinos seleccionados ni la cantidad de dinero que quiera gastarse uno.

Sin embargo, es cierto que la esencia principal de este tipo de aventuras suele residir en el low-cost, en el desconocimiento, en el compañerismo, tanto con tus amigos como con los desconocidos del lugar. En definitiva, tener lo necesario en cada lugar para una supervivencia básica.

La idea de contar con este tipo de descuentos y tarjetas de viajes en tren surgieron con la finalidad de poder conocer distintos sitios de Europa, en un periodo corto de tiempo y gastando lo mínimo. Por ejemplo, los usuarios que acceden a esta modalidad, aproximadamente disfrutan tres semanas de distintas ciudades del continente y, para no gastar grandes cantidades de dinero en hoteles, cuentan con la opción de dormir en albergues.

Incluso, si realizas bien tu itinerario de ruta y planeas tus conexiones con las distintas compañías de trenes, podrás conseguir viajes nocturnos que te permitan ahorrarte esos eurillos que iba a costarte una cama esa noche.

Sin embargo, siempre puedes darte un capricho y, quizás, en ciertas ciudades determinadas quieras hacerlo, pero te aseguramos que, sobre todo al principio, vas a llevar tu propio bocadillo de casa con la intención de empezar a gastar lo mínimo. Los supermercados de los destinos que pises también se convertirán en grandes aliados y, créeme, puede sonar cutre, pero estarás viviendo una experiencia inolvidable que no olvidarás nunca.

Normalmente, un viaje te une a tus compañeros de travesía, debes confiar en ellos, vais a vivir algo que probablemente sea único y no se repita en mucho tiempo, ¿qué sucede si nos encontramos con una experiencia todavía más ampliada en tiempo, en espacios, en confianza plena? Que bien, u obtenemos un amigo para toda la vida o descubrimos con que personas no podríamos volver a realizar un viaje de estas magnitudes.

Interrail: Estocolmo
Vistas de atardecer en Estocolmo

¿Y qué hago con la ropa sucia? Esto es lo mejor. Si no quieres depender de un servicio de lavandería y coger dinero del bote comunal que habéis pactado para comidas, posibles entradas a museo y alguna experiencia típica de un país concreto, más os vale ir comprando jabón de mano e ir aprendiendo a frotar en las zonas más complejas y con gran rapidez.

Sí, no es la opción más higiénica, pero peor sería no hacer nada. No vas a carta puesta ni a los mejores hoteles, en un principio, descubrir como puedes exprimir tus propios recursos en pocas condiciones es parte de la travesía.

Pequeños consejos a tener en cuenta

Aprende a llevar el mínimo equipaje posible. No, no necesitas tanta ropa como crees y ninguno de tus compañeros va a mantenerse limpio al 100% durante todo el viaje, así que no te preocupes por eso.

Tu mochila va a ser tu principal compañera de viaje y es necesario que te pese lo mínimo y no destruya tus caminatas por las ciudades.

Lleva auriculares, un libro, el móvil… Cualquier cosa que te permita evadirte en estas tres semanas (mínimo) de viaje. Todos queremos a nuestros amigos, por supuesto, pero siempre se necesitan momentos de desconexión, disfrutar de nuevos aires y no exponerse constantemente a los ruidos del tren.

Verifica tus documentos de identidad, tu tarjeta sanitaria y llévalo siempre contigo y en orden. No vas a querer tener ningún susto de estos en un país.

Por otro lado, si puedes ahorrarte una noche de hostal, hazlo. Son miles los viajeros que vas a encontrar tanto en trenes nocturnos como durmiendo en las propias estaciones. Haced turnos y vigilar así las pertenencias, si os sirve para tranquilizaros.

Pero, sobre todo, divertíos. Los recuerdos, las fotografías y las distintas experiencias que vais a vivir con personas que habitan otros países no vais a olvidarlas en ningún momento de vuestra vida. Esta intensidad y este tipo de viajes no son como cualquier otro.

Interrail: Amsterdam
Canales de Ámsterdam

Planea tu Interrail

Como ya hemos mencionado, es necesario que dediques un tiempo prudente a planear tu Interrail y realizar las conexiones indicadas y descubrir que ninguna de ellas llegue a fallarte.

Ten muy en cuenta el tiempo, los posibles retrasos y el presupuesto. Ahora bien, ¿qué destinos añadirías a tu propio itinerario? Cuéntanoslo en los comentarios.